Las discusiones entre las centrales sindicales y patronales para acordar aumentos de salario representan un buen ejemplo de lo que podría suceder con el debate para cambiar un código laboral que se considera como una de las pocas garantías de los empleados dominicanos. Lo poco que se logra se paga: desde que se aprueba un ligero ajuste al salario mínimo que poco impacta los bolsillos de la gente, las empresas se preparan para revisar sus nóminas, fundir puestos de trabajo y sacar gente a la “informalidad” que el presidente del CONEP ha atribuido hace poco a la “rigidez del régimen laboral dominicano”.
Esa “rigidez” que tanto se afanan los patronos en “flexibilizar”, incluye lo que el CONEP ha calificado como salarios y prestaciones “incosteables” para las pequeñas empresas en las que, luego del aumento de un 14% recién pactado, se pagará un salario mínimo de RD$6,880. No está de más recordar que la canasta familiar es de RD$10,407.56 para los más pobres, según la actualización de 2011 realizada por el Banco Central.
De lo que no se habla mucho en estas discusiones, o al menos hace opinión pública, es de las condiciones desfavorables para el trabajo que priman en las empresas “formales” donde, aunque la “rígida” ley laboral lo mande, los sindicatos son si no prohibidos “desestimulados”, la formación continua dejada de lado y los incentivos pospuestos en la espera de “tiempos mejores”.
¿Temas interesantes para una reforma laboral? Un incremento de la licencia pre y post parto a seis meses, que ayudaría a promover la lactancia materna, la salud de la primera infancia y a reducir los males asociados a enfermedad infantil y el ausentismo laboral vinculado a esta.
Otro asunto a remediar es el problema de la resolución 214-01 del Consejo Nacional de la Seguridad Social sobre subsidio por enfermedad, que, según ha documentado la periodista de este diario, Cándida Acosta, “manda a las empresas a pagar solo el 60% del salario de los trabajadores afectados por alguna enfermedad y un 40% si el cese de sus labores pasa de seis meses, lo cual se convierte en una ‘contrarreforma’ que contraviene los principios reales de protección establecidos en la Ley 87-01, sobre Seguridad Social”. ¿Pido demasiado?
Por: Listin Diario
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