El profesional del derecho como auxiliar de justicia debe respetarse
El honor, el decoro y la dignidad son prendas morales inmarcesibles que toda persona debe defender en todo momento y circunstancia. Puede y debe hacerlo siempre con honor, decoro y dignidad, únicas armas dignas de su defensa. Si apelara al poder o a la fuerza, pierde fortaleza su credibilidad. El uso de esos medios, se revertirá en su contra.
El concepto de moralidad y de dignidad, no pueden ser tan laxos e interpretativos que permitan su acreditación pretendiendo hacer valer medios reñidos con la equidad, la ética y la moral social y política.
La mejor defensa es la que reposa en hechos probatorios y, más que todo, en el crédito que merezca una acrisolada conducta, diáfana, trasparente. Nada que ilegitime un procedimiento judicial, libre de presiones y ataduras políticas o partidaristas que, por definición, han de contaminar e invalidar el proceso, la independencia del juzgador cuando, llegado el caso, surja un hipotético fallo judicial que libere de culpas y responsabilidades al inculpado.
En un reciente artículo que publicara por este medio (Hoy, Pág. 13-A, miércoles 27 de marzo) reseñaba que la querella del Dr. Moreno, presidente del Partido Alianza País, contra el ex Presidente Leonel Fernandez y la Funglode, por los ilícitos presuntamente cometidos durante el mandato presidencial del Dr. Fernández, debería asumirse con mayor seriedad y respeto. Y sugería al Consejo de la Defensa , integrado por prominentes ex Procuradores Generales y destacados abogados, armarse de mejores argumentos que no fuera descalificar, a priori, el expediente y solicitar su archivo definitivo, sin previa investigación, actitud manifestada oficialmente en la etapa preliminar del proceso, a la que no asistió el ex presidente Fernández y que viene a ser la peor receta para la defensa del honor y la integridad del ex Presidente de la República, que debería ser la persona mayormente interesada en dejar bien limpia su conducta y acciones en el caso que se ventila, a favor de su prestigio y sus no escondidas aspiraciones.
De ahí que resulte “inaceptable”, por improcedente, la exhortación del Comité Político del PLD y de un advenedizo aspirante a la presidencia del Colegio de Abogado, para que todos algunos desempeñando cargos, los abogados militantes de su partido con toga y birrete calados monten un piquete, un espectáculo bochornoso y, en turbamulta, se presenten ante el despacho de la Procuradora Fiscal del Distrito para defender y proclamar la dignidad y la honra de su líder, y apostrofar al ciudadano que, en ejercicio de un derecho constitucional, eleva una denuncia y se querella contra el ex presidente de la República y la Funglode para que se investigue.
Si eso no se llama obstrucción, no sé cómo debería llamársele. ¿Temor a la verdad, miedo a un juicio imparcial? El profesional del derecho como auxiliar de justicia debe respetarse. “La justicia no puede considerarse como una simple parte de la virtud: es la virtud entera. Y la injusticia, que es su contraria, no puede considerarse como parte de un vicio, es el vicio todo.” (Aristóteles, Ética)
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