El Preso o Interno es un Preso o Interno

Publicado por el Periódico el Día
24 Noviembre 2012, 3:11 PM
El Preso o Interno es un Preso o Interno
Escrito por: Rafael R. Ramírez Ferreira (rafaelpiloto1@hotmail.com)


Porque…”Quien sirve mejor a su Partido,

Es quien sirve peor a su País”

Nada tan bajo y tan vil,

Como ser altivo con el humilde.

Lucio A. Séneca.-


Es doloroso, cada vez que nos vemos obligados por las circunstancias, a referirnos a las actuaciones de conocidos y, en cierto modo, hasta merecedores por nosotros, de una distinción especial por su trayectoria profesional y personal. Pero, de modo alguno el hecho de puede implicar nuestro silencio o indolencia ante hechos que consideramos improcedentes, desacertado e indolentes, al menos que exista algún tipo de retaliación por cuestiones puramente personales.
Pero, y por igual, nos olvidamos que esos personajes son políticos veinticuatro siete. Quizás nos equivoquemos en nuestra apreciación de la situación –rogamos porque así sea- y las circunstancias por las cuales se toman ciertas decisiones pero, hemos aprendido que de buenas intenciones está sembrado el camino que conduce al infierno y no precisamente a ese lugar relacionado con las religiones. Y por igual, que no hay axiomas irrefutables y menos cuando estos surgen de un animal político-partidista.
Recuerdo en estos momentos, cómo surgió la cárcel del “15 de Azua”, cuando en un recorrido fronterizo con el entonces Jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, me dijo que entráramos al destacamento del E.N. que estaba donde hoy funciona la referida cárcel. Ya estando en las instalaciones me dijo que en ese lugar vendría muy bien construir un recinto carcelario Que si no me había dado cuenta que en el Sur no existía una cárcel para los reos de esa región, que les facilitara mantener la relación con la familia, ya que la mayoría que habitan en la región son de extracción muy humilde y no disponían de los recursos para visitar sus presos en cárceles empotradas en otras regiones del país.
Estuve de acuerdo con el mismo y que de inmediato regresáramos haría la debida correspondencia para solicitar el asunto, no sin antes exponerle, que a lo único a lo que temía era a las altas temperaturas que se generaban en esa zona y me imaginaba en el infierno que vivirían los reos bajo esas altas temperaturas.
Así se inició la cárcel del 15 de Azua, teniendo la oportunidad de visitarla cuando fue entregada por los constructores y en esa oportunidad le expuse a quien en ese momento ejercía de Jefe del Ejército mi manifiesto desagrado por las condiciones malditas sobre las cuales iban a pernoctar los reos. Un lugar donde los sanitarios consistían en tres tubos de ocho pulgadas de pvc sembrados en el suelo y a la vista de todos los demás que compartían la celda, la cual parecía más un corralito donde iban a estar animales y no gente. Llegue a expresarle, que era mejor estar en la solitaria y no como un animal rodeado de inmundicias y bajezas humanas.
Manifesté que los primeros pobladores debían ser quienes construyeron ese mamotreto, ya que aún sean presos, debían de ser tratados como gente, seres humanos que cometieron un error y no merecían ser tratados como animales, ya que con estar privados de libertad, era más que fuerte el castigo impuesto para resarcir el agravio causado a la sociedad.
Fue por esos tiempos, que un malapata, buscando membrecía y falso e insustentable heroísmo mediático, prohibió todo lo que ahora y por igual se está prohibiendo. En aquel que se comportaba como un energúmeno era y fue entendible pero ¿en este? No j…a. Por eso hoy, al igual que ayer, protesto contra esta medida draconiana, desacertada, inhumana e indolente. El preso es solo un preso, con aire acondicionado, televisor y laptops, es solo eso, un preso.
El problema no es ese. ¿Qué queremos? ¿Rebajar la dignidad del detenido a una cosa menos que un animal? La solución no es prohibir, es reglamentar el uso de estos elementos que solo conducen a sobrellevar el castigo impuesto por la sociedad. Continuaremos con este y otro tema de interés la próxima semana, si es que aún estamos vivos. ¡Reglamentar, no prohibir! ¡Si señor!