Una señal confusa y contradictoria

Una señal confusa y contradictoria:

Una señal confusa y contradictoria

Hay dos tendencias que corren parejas en las sociedades latinoamericanas, ambas dirigidas a fortalecer el marco de la libertad de expresión y la transparencia: son ellas la despenalización de los delitos de palabra y la adopción de leyes de acceso a la información pública. Aquí dimos un paso trascendental, hace 9 años, al aprobar la ley de acceso a la información pública, aunque todavía está haciendo falta una autoridad, un mecanismo más eficaz para hacerla valer en toda su plenitud. Por eso hemos propuesto la figura de un comisionado o un defensor del acceso a la información, para darle garantía de cumplimiento y continuidad a tan magnífica herramienta de la democracia. Lo que falta ahora, para darle más frescor a los derechos ciudadanos consagrados en la nueva Constitución, es el desmantelamiento, puro y simple, de las leyes que penalizan los delitos de palabra o restringen el campo de ejercicio de los periodistas y medios de comunicación, cuyas normas devienen ya en inconstitucionales. El Tribunal Constitucional, apoderado de un recurso de acción directa de inconstitucionalidad sobre estas leyes por parte de los directores de los periódicos El Caribe, El Día, LISTÍN DIARIO y la Fundación Prensa y Derecho, ha colocado en estado de fallo dicho recurso. Pero es penoso, lamentable, incomprensible y desafortunado que, a contracorriente de estas tendencias despenalizadoras de los llamados delitos de prensa, la Procuraduría General de la República haya presentado formal oposición a que el Tribunal Constitucional se llene de gloria echando hacia abajo, definitivamente, las vigentes normas inconstitucionales que todavía gravitan en perjuicio de este pilar fundamental de la democracia. Nos parece que, en este caso, ha emanado una señal confusa y contradictoria: un Presidente de la República que respeta y está comprometido con el respeto a esa libertad, y un Ministerio Público evidentemente fuera de sintonía con esa línea.

(Via Portada Listín Diario)