La injusticia
Publicado por el periódico Hoy
22 Marzo 2013, 8:49 PM
La injusticia
Escrito por: Bonaparte Gautreaux Piñeyro
A menudo leo, escucho y hasta comento sobre la importancia comercial de la seguridad jurídica, bandera de los países que necesitan inversión extranjera para su desarrollo, ya que los capitalistas criollos contribuyen al progreso de las naciones donde guardan sus ahorros.
Guardar las riquezas en el extranjero no es una demostración de falta de patriotismo sino del conocimiento, la convicción de que la inseguridad jurídica afecta al inversionista extranjero o criollo.
La seguridad jurídica o la inseguridad jurídica dependen de la voluntad humana, de la inteligencia, de la profundidad de los conocimientos, de la experiencia, de la reciedumbre moral del o de las personas que tienen en sus manos la administración de las leyes, que no necesariamente aplican y respetan con justicia.
La justicia da a cada quien lo que le corresponde, pero la organización de la sociedad obedece más que al espíritu de ser justo, a barajar las piezas para que le toque la mejor parte a quien baraja.
Manejada por hombres, tiene dentro de sí las mejores posibilidades y las peores lacras.
Hablar de la seguridad jurídica no es sólo de la que requieren los inversionistas extranjeros sino las que deben regir para los inversionistas en general.
Pero la preocupación por la seguridad jurídica debe ir más allá de lo comercial, se requiere de seguridad jurídica para las personas, para que quien quiera pueda caminar por las calles sin temor a ser asaltado y asesinado porque la autoridad ejecuta mecanismos de prevención y con la seguridad, con la certeza de que quien cometa un delito será tratado sin favor ni temor, porque la autoridad actuará sin injusticia ni privilegios.
Hay que reforzar la seguridad jurídica de los inversionistas extranjeros y los de la gente del común, la que no tiene padrinos políticos, ricos, eclesiásticos, militares o policías.
Dado que ejercemos la irresponsable memoria selectiva, olvidamos que al excelente pelotero César Cedeño se le perdonó la muerte de una joven que lo acompañaba en un motel, que se le arregló el asunto a un joven pelotero de Grandes Ligas quien resolvió un homicidio a papeletazos, por aquello de “el muerto al jollo y el vivo al bollo”. El caso de la presentadora de TV en cuyo carro hallaron dos maletas llenas de dinero que las autoridades dicen es fruto de lavado de activos, la protegen, la despachan y poco falta para que la presenten como una Virgen de la Altagracia.
El último y más reciente caso de la falta de seguridad ciudadana es la decisión de dejar en las calles, al joven que mató a tres hermanos al chocarlos mientras manejaba imprudentemente a exceso de velocidad en una calle llena de celebrantes
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