Los formidables “frutos” del Código Procesal Penal - listindiario.com:
Editorial 7 Julio 2014
Es un detalle archiconocido que casi todos los delincuentes abatidos por la Policía acumulaban en su quehacer varias fichas por la misma causa o por otras infracciones penales, y la pregunta que siempre se hace la gente es ¿por qué reincidieron tanto?
¿Por qué salían tan rápido de las cárceles, pese a la gravedad de sus delitos, tales como homicidios, atracos y tráfico de drogas, que conllevan penas de encierro por muchos años?
Ahora podemos acercarnos aún más a la cruda realidad, pues un censo realizado por la Dirección de Prisiones al 2013 muestra que 28 por ciento de las personas que han estado presas reingresaron a las cárceles, una, dos, tres y hasta quince veces, y se supone que estos prontuarios no podían ser ajenos a los magistrados que tenían a su cargo juzgar a los imputados.
A menudo, cuando se aborda el tema de la criminalidad o la delincuencia y se aprecia su magnitud, los analistas o intérpretes de la situación se esmeran más en hablar de sus causas, pero no tanto de sus consecuencias en el orden práctico, ni mucho menos en el sistema judicial, que vienen a resultar tan nocivas o más que la delincuencia generalizada e impune.
Si incapaces hemos sido de erradicar o minimizar las causas que mueven al delito (lo que jamás, vale decir, nunca lo ha logrado en absoluto una sociedad), más parecemos serlo para ayudar a que el sistema judicial o penitenciario (que todavía no logra regenerar a los reclusos) sobreviva al riesgo del descrédito absoluto y vulnerabilidad al que lo ha sometido el Código Procesal Penal.
Por causa de sus indulgentes normas, los delincuentes sienten que reincidir en sus fechorías no tiene mayores implicaciones en la “profesión” a la que se han dedicado y eso lo demuestra el hecho de que tantos miles de infractores a las leyes penales entran y salen frecuentemente de las cárceles, hasta quince veces, como indican los registros oficiales.
Y con estas elocuentes pruebas a la vista de todos, así mucha gente porfiada sigue creyendo que el Código Procesal Penal --tal como está-- no tiene nada que ver con esta vergonzosa realidad que ha puesto en entredicho a la administración de justicia en nuestro país y que ha sentado las bases para una desembozada impunidad en favor de los enemigos de la ley, del orden, de la paz y de nuestras propias vidas.
(Via www.listindiario.com)
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