Miriam Germán Brito, sobre el poder judicial y su independencia: «Pasé un tiempo sometida a un brutal acoso”

Servicios de Acento.com.do  26 de agosto de 2019 | 3:00 pm SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Para la pensionada magistrada Miriam Germán Brito, ex presidenta de la Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, la ausencia de independencia en el poder judicial “devasta el carácter social y democrático que se supone consustancial al Estado de Derecho”. Para la ex jueza la independencia es una herramienta imprescindible para la administración de justicia, en cuyas decisiones no deben estar ausentes el derecho a un trato igualitario. Dijo que El Consejo Nacional de la Magistratura es un órgano político bajo la dirección del presidente de la República, y que los miembros que se suponen independientes le deben favores o le temen al jefe de Estado, por lo que no resulta confiable para garantizar la independencia del poder judicial. En un reconocimiento que le hizo la Comisión Dominicano de los Derechos Humanos, que dirige Manuel Mercedes, Miriam Germán declaró que en el Consejo de la M

¿De qué nos sirve la justicia?

Publicado por el Periódico Hoy
12 Febrero 2013, 8:18 PM
¿De qué nos sirve la justicia?
La buena imagen del gobierno contribuye a la gobernabilidad

Escrito por: RAFAEL ACEVEDO
Muchos conciudadanos ignoran las cosas más elementales acerca de la justicia. Incluso, confunden Suprema Corte con Ministerio Público, y no saben dónde encaja la Policía en el cuadro. Igualmente, son demasiados los que le temen y desconfían de esas “instituciones”. Tampoco pueden imaginarse cómo llegó hasta nosotros este andamiaje de leyes, tribunales y abogados, cuyo origen se remonta todos los conflictos que padecieron los ancestros de las hoy naciones desarrolladas del mundo. Crudos inviernos, hambrunas, epidemias y muchas guerras, obligaron a esas naciones a organizarse. No menos cierto, tuvieron en los regímenes imperiales de Roma y de Grecia, la fuerza compulsoria de su civilización. Y “La Palabra”, el mensaje liberador de Jesucristo que, mediante la conversión de Roma, promovió la libertad, la hermandad y la igualdad entre los humanos; que fueron primero en Lutero y Calvino y solo después, en la Revolución Francesa. Las dos guerras mundiales y docenas de conflictos intestinos durante los siglos recientes, hicieron que esos países se dieran plena cuenta de que los conflictos sociales son connaturales y sempiternos en los conglomerados humanos, sean capitalistas o socialistas.

Todos los ciudadanos de esos países están hoy (“nacen”) plenamente convencidos de que la manera más inteligente y productiva, práctica y exitosa de manejar los conflictos, es la justicia; dicho en lenguaje sociológico: la institucionalización del conflicto (Dahrendorf); manejar los desacuerdos y las rivalidades mediante procedimientos legales, ya sean componedores amigables, juzgados manejadores de desacuerdos y tensiones, o si se es terco y obstinado, mediante abogados y tribunales.

En el corto plazo, los actores, sea el gobierno o sectores privados, o partidos políticos u otras fuerzas sociales, pueden intentar con algún éxito manipular las masas, o a los adversarios, desviando la atención, ocultando evidencias o haciendo chicanerías y truculencias en los procedimientos y las altas cortes, produciendo efectos “benignos”, “estabilizadores” y “tranquilizadores” en el corto plazo. Pero las injusticias acumuladas, los crímenes y desfalcos acallados por más allá de ciertos límites, desencadenan violencia social de variadas especies y profundas consecuencias. En este país, toda la conducta delictiva, de cuello blanco y del sector popular, así como las tensiones y los conflictos sociales de clase o de sectores; o entre grupos de intereses políticos o de otra especie, la han estado “manejando” el gobierno y el grupo dominante, mediante la violencia policial, la co-optación de clases medias y el clientelismo a los sectores populares. La buena imagen y las buenas acciones del gobierno del presidente Medina contribuyen mucho a la gobernabilidad. Pero aún están a la espera los grandes problemas nacionales jamás resueltos. Muy poco ayudan el maquiavelismo de los grupos oligarquizados peledeístas, perredeístas o reformistas; el contubernio con embajadas y grupos transnacionales; tampoco las organizaciones delictivas y afines en la policía y las fuerzas armadas. El habitual apañamiento demagógico de los grandes conflictos, y de los delitos económicos y de lesa patria, no puede, en el largo plazo (harto vencido), sustituir el papel de la justicia social y de la justicia institucionalizada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sentencia de la SCJ sobre la Querella Contra el Senador Wilton Guerrero (Inadmisible

Como se obtiene el 23.83 de dias laborables.

oncurso Interno / Externo para plaza de Analista Junior de la Dirección de Planificación y Proyectos