Especialista en derecho laboral
1. Si el patrono se niega
por cualquier razón a pagar las prestaciones del trabajador y un abogado está
trabajando en el caso, ¿cuánto tiempo es el límite para una situación de esta
naturaleza? ¿Por cuántos meses o años se puede mantener un juicio abierto?
El tiempo que dura un pleito en los tribunales laborales dominicanos depende
de muchos factores: (1) hay jueces y cortes más lentos que otros; (2) hay
abogados que por desconocimiento del proceso provocan retrasos innecesarios, y
hay abogados que por encomienda del cliente, utilizan la estrategia de darle
largas al pleito; (3) hay pleitos que son complejos o grandes y ameritan más
tiempo y medidas de instrucción para ser juzgados; y, por último, (4) hay
procesos que se dilatan debido a que las propias partes no consiguen las pruebas
que necesitan (certificaciones, testigos, etc.) en los momentos que quisieran, y
necesariamente requieren prórrogas y reenvíos.
Con todo y eso, me parece a mí que los procesos laborales son los más rápidos
y los que dilatan menos, si los comparamos con los procesos civiles o penales.
Un pleito laboral “normal” (es decir, rutinario, no complejo) en el Distrito
Nacional puede durar unos tres a cuatro meses en primer grado, de seis a ocho
meses en apelación y 10 meses a 1 año en la Suprema Corte de Justicia, para una
duración total que oscila entre los 18 meses y dos años.
Hay otros lugares, como es el caso de Higüey, en donde hay un solo juez para
un montón de demandas diarias, en las que el proceso puede durar hasta dos años
sólo en Primer Grado.
Eso que le he dicho es la práctica. Sin embargo, la ley prevé que los jueces
fallen en plazos no mayores de 1 mes a partir de que el caso queda en estado de
fallo; y prevé, además, que en primer grado sólo se celebren dos audiencias,
una en apelación y otra en casación.
Pero esos plazos y condiciones no se pueden aplicar tajantemente, debido a
las razones que ya dije, pero sobre todo debido a que la ley debe aplicarse, y
el proceso conducirse, con equilibrio y sentido común.
Por ejemplo: Si el testigo clave que usted tenía previsto para una audiencia
se enfermó, es prudente que el juez prorrogue la audiencia; lo mismo que si su
contraparte deposita nuevos documentos que le cambian a su abogado toda la
defensa que tenía
prevista.
http://www.hoy.com.do/consultorios/2011/11/28/403726/CONSULTORIO-LABORAL